Quantcast
Channel: Chinitis » jazeera
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

China condena la calumnia, pero no permite que nadie se entere de ella

$
0
0

Un portavoz del Ministerio de Exteriores chino ha ofrecido una charla –las ruedas de prensa permiten preguntar al periodista y en China el periodista no ejerce y por lo tanto la pregunta no existe- para vomitar más propaganda, en este caso contra la muchachada internacional, ya que ningún ciudadano chino, a esta hora, se habrá enterado de la noticia que David Barboza publicaba hoy en el New York Times, donde pellizcaba a la bestia contándonos los patrimonios de Wen Jiabao, su señora, hijos, madre y cercanos. La cifra, recuerdo, supera con creces lo que cualquier ladrón podría llegar a robar si le dejaran el camino libre durante una década: 2’7 billones de dólares, que si se los consiguieran arrebatar, podrían inyectarse en cualquiera de los múltiples vacíos que aún atesora este país en chancletas. En diamantes, por supuesto que no, señora Zhang Peili.


Según el conferenciante, las razones del reportaje se deben única y exclusivamente a “motivos ulteriores”, como si sacar a la luz trapos sucios fuera una campaña orquestada de la sucia Occidente. “Calumnia”, hace llamar el portavoz al trabajo del corresponsal, cuando si realmente fuera eso, una simple e inventada calumnia, no tendrían que haber cerrado internet para la noticia del NYT, íntegramente para su edición digital censurada desde esta mañana, y para los escasos ciudadanos chinos que sí han conseguido enterarse de lo que les ha hecho el ‘Abuelo del Pueblo’, del que me temo no quedará hueso sin roer el día que fallezca. Que una herencia de ese calibre, si es que China no encuentra antes una libertad judicial que le incaute lo sustraído, no será moco de pavo para esos herederos que ya estarán haciendo pedidos de cianuro. Para allanar el terreno.

En China no se permite la crítica a ningún miembro del PCCh. De hecho hasta las supuestas calumnias son censuradas, hecho éste que arroja demasiada duda sobre lo que ellos tienen clarísimo: que es una mentira. Basta teclear bajo una conexión a internet en suelo chino ‘Winston Wen’, su hijo treintañero, acaudalado y bien posicionado, o ‘Zhang Peili’, señora del primer ministro, por la que pasa cada transacción en China si de diamantes hablamos, para ver como el sistema informático se viene abajo. ‘Hu Haifeng’ tampoco es admitido por los buscadores chinos. Y eso que es el hijo de Hu Jintao, el jefe de todo. ‘Tiananmén’ tampoco. Otra vez será. Aunque para tanta calumnia occidental hay demasiada preocupación. Cómo si la mentira calara más que la verdad. ¿En qué estarán pensando estos tipos?

A esta hora David Barboza sigue vivo. Señal que culmina una ley básica comercial: si quieres vender a tus vecinos no debes asesinarlos. Otro gallo cantará cuando tengan que renovarle su visado. Y si no que se lo pregunten a Melissa Chan, ex corresponsal de Al Jazeera, ejecutada laboralmente por justamente eso: cumplir con su trabajo.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

Latest Images

Trending Articles





Latest Images